Archivo | abril, 2012

Maletas sin destino (aprieta con fuerza y volemos sin ensayos)

12 Abr

Las maletas estornudan al caer. Algunas cajas pesan más por los recuerdos que por el infinito material. La decisión es una sonrisa nerviosa y llena de dudas que viste una fabulosa valentía. Vaciar para llenar y con el equipaje completo, nada alrededor y todo por inventar.

Necesario doblar la ropa con destreza, tirar recuerdos, donar regalos, devolver objetos prestados y cerrar el libro que tantas veces escribí en esta habitación. Nada conmigo porque apenas encontré que guardar. Solo queda, quizás, llegar.

El adiós es un golpe seco al cerrar, cuando cierras por fuera los recuerdos; irremediable paso sin arrepentimientos. Sumergidos en un silencio de eterna incomodidad. Antes. Imagino el vacío de las paredes, es un eco lleno de nostalgia. El cielo, el mío, el nuestro y un día también el tuyo. El que me vigilo tantos aciertos y errores, hoy mudo, casi no llueve.

El avión es un barco de papel que desfilará veloz por las vías del tren; tiene un maletero perfecto en este viaje limitado. Compañeros anónimos de viaje con destino desconocido. La brújula, el reloj y mi corazón asustado. Mapas de carreteras sin rayas de tu mirada. Agárrate fuerte, salta al vacío, y no caigas. Acelera, hasta que la ciudad desaparezca.

Mírame una vez más y aprieta mis dedos con fuerza y echemos a volar sin ensayos. Detén el pensamiento, levanta el telón para dar paso a los dos.

 

Lonkopang y su despedida imaginaria.

9 Abr

Lonkopang nació inerte, liso, pequeño y enorme. Murió roto. Cruel transformación; mutación al capricho humano. Quiso tomar forma de un impreso tras el golpe de un martillo de una tecla. Fue una nota, un folio, fue una letra tras otra. Fue tu idea, la mía y la suya. Mi desconocida imaginación, fue perfecta por un garabato, un enfado; un error. Fue silencio en la melodía perfecta, fue una sonrisa, un te quiero con el corazón, una ruptura y su lagrima, fue sueño y suspenso. Tal vez fue un avión estrellado con un solo pasajero, fue un recuerdo inolvidable y un olvido constante. Fue mi voluntad inerte que le hizo ser todo, me obliga a deshacerme en nada. Fue el amor afinando cada nota, sin tiempo para interrupción. Fue un largo trago ansiado, fue un riesgo innecesario. Exploto. La vida, hoy, es su vida.

¿Cuanto debe durar mi despedida imaginaria? De las que terminan con preciosos besos. de las que cuando despego mis labios de los suyos duele, porque le miras a los ojos y ves como te golpea la pena en el estomago. Y de pronto los dos cuerpos se separan lentamente, y el calor que nos estábamos regalando desaparece. Corre el aire entre los dos, y entonces decidimos volvernos a abrazar y besarnos. El calor de mis labios y de los suyos se funde. El tacto de los dos; la fricción y su sabor se mezclan. El placer crece y la despedida se eterniza.

El momento más emocionante (conocerte a ti)

8 Abr

Envejecer hace la vida más inmediata. Todo lo enfocamos en el futuro. Las pequeñas cosas cotidianas son las que nos hacen vivir el momento. Cuando termina un deseo, siempre desemboca otro. Llevamos la pasión a la práctica. Somos la suma de nuestros momentos.

Han pasado casi diez meses desde que la conocí. Poder plasmar lo que se siente conocer a alguien especial, es una de las cosas mas emocionantes que me ha ocurrido. El poder conocerla con profundidad y ella conocerme a mí y poder darle el justo valor. Soy consciente de quien soy, de mi futuro inmediato. Pase lo que pase gracias, por ser única, por hacerme escribir los mejores escritos que son tuyos, por tus palabras, por acertar cada vocal en mis decisiones “gracias de corazón”
Te quiero. La frase “te echo de menos” será la única que no pasara difusa en mi cerebro.

Terremoto en mis ojos.

8 Abr

Los instantes son inmensos. Diminuto el tiempo. Los segundos no son medidos. Los suspiros son gritos. Hoy tienen reglas nuevas. Después del crujir de las puertas, de los pasos en el silencioso pasillo, el secreto sigiloso y la incomodidad de mi presencia, la verdad sale a la luz. Ya no existe la mentira. Hundido. Puedo ver el terremoto en tus ojos y tú lo escondes. Demasiada amabilidad y gotas de culpabilidad. Otros. Nuestros ojos lloran por la metralla reciente. Ya todo es distinto.

La telaraña de los días

7 Abr

¿Destino? El origen de unas viejas fotografías. Sin el equilibrio del dinero, con el trabajo diario obligado y la vocación como cima inalcanzable; solo el futuro y el tiempo deciden. Atrapados, descubrimos al estrés enfermándonos; piel rota por los años. La fría rutina. El calor solo se enciendo por minutos. Y en la desnudez de aquella habitación, el impulso de siempre tocarnos. La telaraña de los días, débil y aterradora. Balanceo, pero no caigo, sigo suspendido.

Despegar

7 Abr

Pienso robarte los pies. Los necesito para la velocidad; para creer que puedo volar. Pienso robarte la capa y el cinturón que nunca supiste ajustar. Pediré un antifaz como el tuyo y estaré listo para despegar. Un paso grande, dos y tres, extiendo mis brazos, saltar alto y soñar…